FUTBOL
El racismo no es ajeno al fútbol. El último caso ocurrió el domingo con Alves en El Madrigal, cuando le lanzaron una banana. El lateral azulgrana la cogió y le dio un mordisco, señal de indiferencia pero, al mismo tiempo, de rechazo. “Hay que tomárselo así, con humor. No vamos a cambiar esto fácilmente. Llevo 11 años sufriendo esto en España y hay que reírse de estos retrasados.Nada nuevo en la Liga, toda vez que en el mes pasado los ultras del Atlético gritaron “Marcelo es un mono” cuando los suplentes del encuentro salieron a calentar en el Bernabéu. El mismo lateral del Madrid fue protagonista de otro episodio con Busquets. La UEFA abrió expediente al medio del Barcelona por llamar supuestamente “mono” a Marcelo, aunque no fue sancionado.
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